Inmersión Comunitaria
Inmersión Comunitaria dentro del Contexto
de la película “La ciudad de Dios”
Ciudad de Dios narra la vida de
varias personas que habitan en una favela en Río de Janeiro a lo largo de casi
treinta años, entre los sesenta y los ochenta. Su mismo rodaje estuvo
condicionado por las relaciones de poder que presenta ese submundo. Además,
detrás de la película se encuentra un gran contenido social que permite un
acercamiento a la dura realidad de la marginalización urbana en Latinoamérica. La
vida en los suburbios de las grandes ciudades latinoamericanas se ha ido
deteriorando progresivamente. En el caso concreto de la película, se nos
muestra la evolución de una urbanización construida con el propósito de
albergar familias sin vivienda, y que en poco tiempo acabó convertida en una
ciudad marginal regida por sus propias leyes e impenetrable para quienes no
viven allí. Se trata de barrios para gente pobre, en muchas ocasiones
expulsados de las zonas rurales por falta de oportunidades. La vida cotidiana de
las personas se va degradando, sin políticas públicas y sin empleo. De hecho,
los jóvenes crecen sin una socialización en el trabajo. Así, por ejemplo, ladrones
muy jóvenes que inician desde que son niños a realizar robos e incluso
asesinatos.
Progresivamente la delincuencia irá
tomando mayor peso en la articulación social de la comunidad. La violencia
arrastra a los habitantes de la favela como única garantía de éxito y/o de
supervivencia. La misma evolución de las formas en las que se desenvuelve la
delincuencia resulta significativa, ya que los delincuentes cargados aún de
inocencia, hasta el progresivo incremento de la violencia, el uso de las armas
de fuego y la expansión del narcotráfico en los años setenta, para llegar a una
situación de caos total al final de la década siguiente. Un momento central se
produce cuando la delincuencia adquiere dimensiones desproporcionadas y la
economía de la droga adquiere un protagonismo fundamental en la vida de los
suburbios urbanos.
Igualmente el peso
social de los delincuentes varía: inicialmente nacen de la comunidad y la misma
comunidad les protege. Posteriormente acaban ocupando un lugar central en la
vida del barrio, lo controlan y protegen a sus habitantes de otras bandas. Al
final, el caos se instala y cada vez hay menos reglas y pautas de conducta
comunes. Pero en este proceso de degradación también hay actores externos implicados
como la policía en la venta de armas y su corrupción. Otro de los temas sobre
los que merece llamar la atención que aborda la película es sobre la situación
de los niños en la favela. A medida que pasa el tiempo, la degradación
ambiental afecta también a los más pequeños. Los niños acaban controlando el
negocio del tráfico de drogas y su niñez cada vez es más corta. Se trata de una
nueva generación familiarizada con el crimen, que ha crecido y que
acaban controlando despiadadamente este ambiente.
Ciudad de Dios refleja
la idea de violencia social. Nos muestra la pobreza y los condicionantes
sociales, y nos habla de la necesidad de fomentar el riesgo y la protección. Sin
embargo, dentro del mismo contexto existe la presencia de aquellas personas que
aun busca en el trabajo y los estudios, una forma de salir de su situación, pero
también existen aquellos individuaos que acepta la violencia y la delincuencia
como la única salida posible a su miseria.
El principal problema que se
evidencia en la película es la incapacidad para separarse de la violencia
estructural provocada por el entorno. Este tipo de violencia, desigualdad y
abusos a la integridad de las personas surge de los sistemas políticos,
económicos y sociales dominantes, que niegan los beneficios y el acceso a una
vida digna a un gran número de personas. Los modelos económicos solo benefician
a unos pocos, la pobreza extrema en oposición a la riqueza ostentosa, la
represión y discriminación respecto a quienes se apartan de la norma, la
producción y el control de la opinión pública favorable a los excesos de
autoridad, de inversiones en armamento, son algunas de las causas de los
comportamientos que se ven reflejados a lo largo de la película.
Las crudas imágenes de los niños y
adolescentes criados en las favelas, muestran una realidad que latente en la
sociedad moderna. Pero para evitar esta cruda realidad hace falta que la
sociedad, la educación y las familias tengan estructuras sólidas enfocadas a
ofrecer valores sólidos en nuestros jóvenes y evitar la lacra de la violencia,
drogadicción y marginalidad.
La inmersión comunitaria, en este
tipo de entornos, resulta complicado llevarlo a cabo. Sin embargo se podría abordar
partiendo de la práctica concreta, es decir debemos acercarnos a la esencia de
esa realidad. Para así, ir descubriendo las necesidades reales que existen. Y
posteriormente elaborar una propuesta para mejorar la situación inicial
detectada. Se podría emplear metodologías participativas para comprender el
contexto sociohistórico, para tener comprensión de la historia, de las
relaciones de poder y saber cómo éstas se expresan en la salud y el bienestar
de los colectivos. También se podrían emplear metodologías participativas para comprender
y analizar los problemas. Estas metodologías permiten que las comunidades
expresen por un lado: miedos, necesidades, carencias, tristezas y por otro:
sueños, deseos y alegrías. Partiendo de ejercicios colectivos se priorizan los
problemas más importantes y se analiza su estructura, su origen, las
posibilidades reales de la comunidad para enfrentarlos, las oportunidades
externas y los desafíos.
Estas metodologías buscan desarrollar
procesos de problematización y desnaturalización. Los seres humanos tendemos a
calificar como normal a lo que ocurre con frecuencia. Así, si en las
comunidades la mayoría de adultos beben a diario, se asume esta conducta como
normal, aunque en realidad sea un problema. Los comportamientos frecuentes
generan procesos de habituación en los que incluso conductas muy nocivas se
repiten de forma automatizada.
Otras metodologías participativas que
se pueden emplear para comprender la dinámica de los actores sociales, son las metodologías
que se centran en dos ejes fundamentales: el primero, la comprensión de la
dinámica de los grupos con los que trabajamos, la valoración de la cohesión,
fisuras internas, resistencias y procesos organizativos. El segundo, la
evaluación de los actores sociales que están presentes directa o
indirectamente. Se trata de valorar aliados y amenazas, las condiciones de las instituciones
y organizaciones, públicas y privadas, presentes en el territorio y de cómo la
comunidad las percibe y qué funciones cumplen. Además, se debe hacer un el análisis
de acciones, es decir, analizar las acciones de fuerza ejercidas contra las
comunidades y las respuestas de resistencia organizada que eviten las
agresiones o afectaciones comunitarias.
Todas estas metodologías están
dirigidas para abordar las problemáticas y brindar apoyo, para el desarrollo
integro de la comunidad. El contexto que presenta la película, el empleo de
estas metodologías debe tener gran apoyo por parte del gobierno, ya que, el
entorno en el que se desarrolla la película la inmersión resultaría difícil. Para garantizar el adecuado desarrollo de las
personas en especial el de los niños quienes son los más afectados, se debería apartar
a ellos de ese entorno lleno de violencia y muerte.
Comentarios
Publicar un comentario